LA LLUVIA PONE DE RELIEVE LOS DAÑOS DEL PABELLÓN DEPORTIVO
Todos los departamentos de las nuevas instalaciones de La Marina han aparecido anegadas
Cuatro líneas perpendiculares a la longitud de la pista principal marcan los accesos de agua desde la cubierta. La lluvia se cuela fácilmente por las ranuras mal selladas de los ventanales del techo del nuevo pabellón polideportivo. La consecuencia es clara y los técnicos de la delegación se afanan en cubrir la superficie con cubos para recoger las goteras.
Pero la lluvia consigue hacerse notar por otras muchas deficiencias de esta construcción. Así, las ventanas de aireación existentes también en la parte central del edificio son huecos atractivos para el azote del viento y el agua. Lo peor es que existen en uno y otro lado del edificio central y el óxido hace mella en cada una de ellas. Este tipo de carpintería metálica ha sido tratada ya en una ocasión por la misma empresa constructora, pero los daños resultan irreparables en vista a que presentan el mismo estado. Otro agravante está en que todo un graderío, aún no revestido, se asienta bajo muchas de ellas y los charcos se han formado en este otro apartado del pabellón.