LA GUARDIA CIVIL CELEBRÓ SU DÍA CON EL APOYO TESTIMONIAL DEL AYUNTAMIENTO
El cortejo de la Virgen del Pilar estuvo integrado por autoridades civiles y militares y entre ellos distintos ediles
La patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, salió a hombros de su sede canónica en San Francisco a las once y media de la mañana de hoy. Efectivos del puesto local portaron a la imagen a lo largo de las calles más céntricas para efectuar su entrada en el templo principal de la ciudad, en la parroquia de San Mateo, donde se desarrolló la liturgia.
Durante el recorrido, el cortejo lo conformaron primeramente los mandos principales del puesto de la Guardia Civil tarifeña. Así, el capitán del puesto de Tarifa, Juan José Fernández, y el alférez destinado en Tarifa Javier Fuentes tomaron las principales posiciones durante el corto desfile hasta la parroquia. Una vez en el interior del templo también ocuparon la primera bancada de la iglesia, aunque en esta ocasión rehicieron acompañar ya del Alcalde de Tarifa, Juan Andrés Gil, del Jefe de la Policía Local e Tarifa, Pedro Panes y del Jefe de la Policía Nacional del Puerto de Tarifa, Francisco José García Aria
s. También aquí se contó con una representación del Ejército, un cargo que asumió de nuevo el Teniente Coronel del RACTA 4, Antonio Jesús Benítez. Cercanos en el espacio, justo en la bancada paralela, ocuparon su lugar otros cargos de la Guardia Civil que estuvieron acompañados por el Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Tarifa, Juan José Medina.
Presentes a lo largo de la ceremonia religiosa estuvieron también los concejales de la corporación municipal María Gallardo y Sebastián Galindo.
El coro rociero Amigos del Caballo ha acompañado a esta ceremonia musicalmente y desde el principio. El conjunto de voces tarifeñas interpretó conocidos temas como el propio Himno del Pilar. Las alusiones a la institución de la Guardia Civil fueron constante, como no podía ser de otra forma, y el propio párroco local, Pedro Durán, hizo referencias al origen de la festividad que se remonta al 8 de febrero de 1913.
La popular ofrenda de la Guardia Civil a la Virgen del Pilar consistió en velas, para tener iluminación, un tricornio, como símbolo de la institución, flores como ejemplo de alegría para los iniciados y los tradicionales pan y vino como alimentos del espíritu. También se entregó una recolecta a modo de donativo para la asociación cristiana Cáritas.