EL CORCHO RECOGIDO ALCANZARÁ LOS CUATRO MIL QUINTALES CASTELLANOS
Una delegación del gobierno ha conocido de cerca los trabajos que desarrolla la cuadrilla en monte Ahumada
El paraje El Palancar, en el monte público Ahumada, es el lugar en el que se afanan actualmente los componentes de la cuadrilla de corcheros municipales.Después de desarrollar trabajos de descorche en el monte de Saladavieja, y tras concluir en otro de los patios de la Ahumada, la cantidad pesada, hasta la fecha, supera los dos mil quintales castellanos. Sin embargo, se estima que, cuando la temporada esté lista, esta cuadrilla haya conseguido alcanzar los cuatro mil quintales castellanos de panas de corcho.
El alcornoque del parque natural sigue siendo un recurso sostenible en la actualidad. Todo el corcho recogido en los montes públicos tarifeños tiene como destino la provincia de Badajoz. Allí, esta materia prima natural es procesada hasta ser convertida en tapones de botellas para vino. Es la empresa DIAM Corcho la que asumirá, en esta edición, la compra del corcho tarifeño. Un representante de la misma, José Luís Domínguez, estaba hoy inmerso en las labores de recogida.
La cuadrilla de trabajadores municipales dedicados a este tipo de extracción está compuesta por seis corcheros (hachas), dos arrieros, más sus siete mulos de carga, un recogedor y un pesador. Éste último se sirve de la antigua y tradicional balanza, de una romana de dimensiones considerables donde se van apilando las panas de corcho.
Una delegación del gobierno local se ha trasladado hoy hasta monte Ahumada para comprobar el ritmo de los trabajos. El concejal de Montes, José María González, ha elogiado el trabajo de estos operarios del monte público “quienes conocen, después de años de esfuerzo y dedicación, cómo tratar los árboles y cómo estar en contacto con la naturaleza desde el respeto”. No en vano, la labor del descorche se desarrolla desde hace muchos cientos de años. Entre los trabajadores del campo hay, por ejemplo, arrieros de hasta quinta generación.
El alcalde, por su parte, ha destacado la sostenibilidad de este trabajo y mira con satisfacción el fruto del monte tarifeño, un parque natural que no deja de dar beneficios a sus pobladores. “Sólo desde el respeto y la actividad medioambientalmente sostenible es posible mantener una labor como ésta que se repite cada año y desde hace décadas”, añadió el primer edil tarifeño.
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